Zettelkasten en dos pinceladas
- Idea nuclear: un “cajón” de notas atómicas (una idea por ficha) enlazadas entre sí.
- Flujo:
- Captura una idea
- Dale contexto (fuente y propósito)
- Conéctala con otras fichas existentes
- Objetivo: que el sistema “piense” contigo; las conexiones revelan relaciones que tu memoria aislada pasaría por alto.
¿Por qué Obsidian es un aliado natural?
- Markdown puro y local: no nos vamos a engañar, tiene que gustarte escribir en Markdown. Pero, al final, te ofrece portabilidad total.
- Enlaces bidireccionales: algo como
[[así]]
te permite crear enlaces entre notas. Cada vez que enlazas, Obsidian crea la referencia inversa automáticamente, emulando el “índice de conexiones” de Niklas Luhmann sin esfuerzo manual. - Búsqueda y filtros instantáneos: etiquetas sencillas y consultas dinámicas mantienen el archivo vivo y recuperable.
El “mapa cerebral”: ver cómo aprendes
Sin duda, la guinda del pastel es el Graph View, que traza cada nota como un nodo y cada enlace como una arista.
- Zoom out: emerge tu “cerebro externo”; verás constelaciones temáticas, vacíos y subconjuntos densos.
- Zoom in: entrar en un nodo muestra caminos que quizá no sabías que existían, disparando nuevas preguntas o combinaciones.
- Feedback visual: con el tiempo, el mapa revela tu manera de aprender y te invita a equilibrar tu aprendizaje.
¿investigas siempre las mismas islas? o ¿te gusta explorar? o quizás te gusta profundizar en un tema y luego saltar a otro?
Combinar Zettelkasten (el método) con Obsidian (la herramienta) me han ayudado a convertir la toma de notas en un sistema de pensamiento ampliado. Al capturar ideas atómicas, enlazarlas y luego ver esas conexiones crecer, no solo archivas conocimiento: entrenas tu forma de pensar.